lunes, 16 de abril de 2012

Aún puedo sentirme

Soy el sol frente a mis ojos, lo siento arder, me deja ciega,
Caen mis párpados y sigo sintiendo el fuego penetrando la piel, el alma.

Estoy  desarmada, vulnerable,
mi armadura ha estallado en mil pedazos,
intento recogerlos para formar una máscara de pedazos de armadura.

Quiero esconderme, no tengo a donde huir,
soy yo la que se está buscando.

Estás ahí,  en una esquina, en un rincón
tratando de esconderte, tratando de encontrarte,
necesitas correr y estás inválida,
necesitas gritar y no tienes garganta,
tus  lágrimas están hablando muy fuerte, ya no queremos escucharlas.

Lucho por romper lo que hoy es mi piel,
soy una oruga bajo mi pie,
no me has mirado, estás a punto de aplastarme.

Mis alas quieren  surgir,
tengo miedo de mis alas, son enormes y obscuras,
destrozarán mi cuerpo al nacer.

Veré mi armadura despedazada y conoceré  mi alma, sus alas…
mis alas negras, enormes, brillantes, libres, hermosamente torpes….
ni el sol que mirarán de frente muchas veces podrá quemarlas.

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