sábado, 24 de marzo de 2012

LA MARCHA DE LAS PUTAS_Caminando hacia la Transformación Social Positiva.

Nos encontramos en un momento social coyuntural; con el afán de seguir avanzando, dejando de lado la aparente necesidad de la autosegregación por cada diferencia que hace la normalidad humana y del universo (hecho que aún se nos complica entender),  se observa la urgencia de promover espacios en donde los estereotipos, esquemas culturales y prejuicios mal infundados que yacen en la sociedad como tal, indistinto a la etnia, nacionalidad, nivel económico, religión, orientación sexual, etc. sean transformados positivamente.

La “Macha de las Putas” en Ecuador, realizada el día sábado, 10 de marzo del 2012 en la ciudad de Quito, fue uno de estos espacios que hizo visible las consecuencias negativas de un sistema patriarcal aún imperante en nuestra sociedad.

Para llevar a cabo una transformación social son necesarios procesos de desaprendizaje y reaprendizaje, es decir un "desasnamiento cultural", que reconozca las notorias individualidades humanas que hacen posible el todo. Podremos logra esto a través de la movilización, la información confiable, el debate y los consensos y la “Macha de las Putas” en Ecuador ha generado todo esto.

Nos encontramos en una época que demanda con urgencia equidad en todos los aspectos fundamentales de la vida, basados en un desarrollo bio-psico-social- espiritual pleno y armónico individual, colectivo e interdinámico.

La sexualidad posee una gran variedad de gamas bio-psico-sociales y espirituales, lo que hace imposible sesgar estás manifestaciones humanas en términos como “hombre” o “mujer”; “masculinidad” o “femineidad”; “feminismo o machismo”; etc.

Arrastramos un proceso histórico cultural de información estereotipada y prejuiciada de la sexualidad, con parámetros errados de “normalidad” y “anormalidad” en el ser humano, que naturaliza la desigualdad de género desde el nacimiento, determinados por conceptos caducos que identifican a un individuo como “hombre” o “mujer” según sus características biológicas y el contexto cultural al que estamos “acostumbrados” o más bien “mal acostumbrados”, obligándonos a vivir según nomas subjetivas y controladores de roles de género, castrando así la necesidad básica del ser humano de vivir a plenitud su sexualidad.

La sexualidad debe vivirse como parte natural y fundamental del desarrollo del ser, aceptando por lo tanto sus matices. Lastimosamente el mundo está limitado por conceptos y categorías, las cuales no hacen más que segmentar a la misma raza humana, obligándonos a formar grupos asilados o “minorías” poblacionales determinadas por preguntas estadísticas poco humanas y hasta ortodoxas como: ¿de qué color eres?; ¿cuánto dinero tienes?; ¿en qué crees?; ¿con quién o qué te acuestas?; etc. Considero esto, un pensamiento histórico-cultural-no natural, que nos ha llevado a olvidarnos de lo esencial, somos una sola raza, la “raza humana” y el objetivo es transcender como tal. Mientras continuemos auto-segmentándonos y clasificándonos, seguiremos siendo presa fácil del control de un sistema patriarcal caduco.

A pesar de no estar de acuerdo con esta autosegmentación humana, acepto la necesidad de hacerlo para llegar a una mejor compresión de todo lo que este aspecto humano abarca en el ámbito sexual. Partiendo de la variedad de expresiones sexuales y con el afán de conceptualizar y digerir más fácilmente algunas de ellas, se categorizan como: heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, transgénero e intersex.
Estamos aún alejados del concepto real de “ser”; entender que estas diferencias son partes indivisibles del todo y que la única forma de avanzar como colectivo universal es llegar a consensos.

No está demás recalcar que todos estos bloqueos en el camino de la búsqueda de equidad, impuestos por la misma sociedad, han traído grandes problemas existenciales por ende psicológicos en la humanidad que terminan en problemas sociales. No podemos cerrar los ojos a esta realidad, solo por no querer conocer más allá de lo que nos dicen que está bien, por miedo a lo desconocido y a reconstruir los esquemas preconcebidos.

Estoy convencida de que para lograr la equidad de género es necesario trasformar esquemas; destruir prejuicios y estereotipos histórico-culturales; desaprender lo aprendido (lo mal aprendido); reconstruir positivamente estas ideas erróneas, que respaldadas por la religión, la política, la ciencia y la misma sociedad, han auto-segmentado la raza humana. La única forma de construir la equidad, es no resignarse a la realidad y trabajar arduamente.

Para finalizar deseo agradecer a las organizador@s de la Marcha de las Putas,  desde este corazón activista, luchador y positivamente PUTA, por darnos un espacio más para concientizar a la humanidad de la necesidad universal urgente de llegar a la equidad de género, entre otras equidades necesitadas, también importantes.

Muchas gracias putas.

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